Heinrix van Calox: La pesada mirada del Trono Dorado
Los Comerciantes Independientes apenas temen a nada. Su inmensa fortuna y su fuerza incuestionable aseguran que su voluntad siempre se respeta y sus objetivos se cumplen. Sin embargo, hay un poder por encima del suyo: las Órdenes sagradas de la Inquisición del Emperador, cuyo único propósito es identificar y destruir las amenazas más viles al Imperium de la Humanidad. Los agentes del Trono Dorado no confían en los Comerciantes Independientes, pues su exceso de confianza y falta de control pueden conducirles a la condenación y, por lo tanto, a una ruina inimaginable. Tal es su preocupación que un Inquisidor cauto puede considerar necesario enviar a uno de los suyos a bordo de la nave del vacío de un Comerciante Independiente especialmente reacio a seguir las normas, para observar y evaluar si se puede reconducir gentilmente a quienes han perdido su camino o si es necesario acabar con los herejes.
El interrogador Heinrix van Calox es un psíquico autorizado; un arma viviente de la Inquisición, un ejemplo del poder atroz de la disformidad, controlado por un entrenamiento riguroso y una voluntad inquebrantable. Muchos giros del destino han llevado a van Calox desde su mundo caballero natal a su servicio en el Ordo Xenos, y sus distintas especialidades y potentes poderes psíquicos le hacen indispensable a ojos de su excelso mentor. Fue esta persona de alto rango y gran poder quien envió a Heinrix en su misión, lo que dio lugar a su encuentro con el Comerciante Independiente.
Aunque Heinrix está dedicado a los objetivos de la Inquisición en la Extensión de Koronus, la repentina tarea de unirse a la comitiva del todopoderoso Lord Capitán será todo un reto. Después de todo, tan solo ver la chusma de la que se rodea un Comerciante Independiente privilegiado haría hervir la sangre a cualquier agente imperial leal, y no digamos ya tolerar la presencia de herejes y xenos a diario. Aun así, este Comerciante Independiente tiene algo especial, algo que lleva a la Inquisición a contener su violento juicio y fuerza a van Calox a soportar las decisiones más que cuestionables del Lord Capitán.
Puede que el interrogador tenga sus dudas sobre esta situación, pero, por el momento, las oculta tras una actitud de frío respeto. Al fin y al cabo, su propósito en esta nave es observar y comprobar si esta excepcional muestra de confianza obtiene algún resultado, pues el Comerciante Independiente podría convertirse en el instrumento más útil de la Inquisición en la Extensión de Koronus de merecer la pena este esfuerzo. De no ser así, el Lord Capitán pronto descubrirá que la fachada de educación noble y deferencia leal de van Calox no es más que la cadena que contiene la tormenta psíquica que asolará las mentes de los indignos.