Yrliet Lanaevyss: Vagabunda de las estrellas
Hace muchos siglos, la Humanidad, en su búsqueda de conquistar las estrellas, escapó de los límites del Sistema Sol para expandirse por la galaxia y llevar la palabra y la voluntad del Emperador hasta los confines más oscuros. Pero los humanos no fueron los únicos en encontrar un hogar en las estrellas. Se toparon con multitud de razas alienígenas: malvados, enigmáticos y crueles conspiradores que buscan la caída de la Humanidad. Estos enemigos de la Humanidad reciben el nombre de "Xenos". El Imperium sigue combatiendo a muerte contra ellos en un conflicto que parece no tener fin.
Los leales siervos del Emperador tienen prohibido practicar todo tipo de negocio con los alienígenas o sus tecnologías, dado que los Inquisidores de Ordo Xenos ponen fin sin piedad alguna a la xenoherejía en todas sus variables. Hasta la chusma más simple de Bajacolmena aprende nada más nacer que hay que eliminar a cualquier alienígena nada más verlo. Claro está, siempre hay una excepción a la regla. Los Comerciantes Independientes se encuentran entre los pocos siervos del Emperador a los que se les permite contactar con xenos, negociar con ellos e incluso invitar a alienígenas a unirse a sus séquitos para que usarlos para beneficio del Imperium. Yrliet Lanaevyss puede estar a punto de convertirse en una de esas xenos.
Yrliet es una Aeldari orgullosa cuyos ancestros hicieron de viajar por la oscuridad repleta de estrellas su vocación eterna. Los hijos de Asuryan viven sus largas vidas atravesando diferentes Sendas y perfeccionando el entendimiento de su propia misión especial para poder llevarla a cabo cada vez mejor. Yrliet vivió durante décadas en una nave espacial de tamaño planetario, conocida como mundo astronave. Estuvo allí el tiempo suficiente para decidir que su nueva Senda la llevaría a lugares lejanos y desconocidos. Tras escoger la Senda de la Proscrita, Yrliet se marchó del enorme mundo astronave al que sus hermanos llamaban hogar. Buscó abrirse camino en el universo que yace más allá del alcance de la sociedad Aeldari, y se guió por ese deseo hasta las estrellas más distantes. Sin embarco, a veces los nuevos conocimientos conllevan un enorme precio, tal y como Yrliet está a punto de descubrir.
Con la llegada de la hora más oscura, los caminos de Yrliet y el Comerciante Independiente se han cruzado: solo el Dios Emperador sabe qué saldrá de este encuentro entre xenos y humanos.